Thursday, March 06, 2008


Una vez escribí sobre aquellas personas que se quejan de los problemas que tienen en la vida, de que su carro es muy viejo o si les salió una espinilla y se ve poco estético. Pasan por la vida llorando su supuesta desgracia y no ven más allá de sus narices, no se dan cuenta de lo afortunados que son por el simple hecho de tener salud. La hermana de nuestro amigo y compañero de trabajo Raul, tiene hepatitis C desde hace tres años y ésta enfermedad ha empezado a hacer estragos. Su salud se ha deteriorado rapidamente y para mejorar su calidad de vida necesita una vacuna semanal y ésta cuesta nada más y nada menos que $15,956 pesos. Ella daría lo que sea por tener la salud que se le escapa poco a poco de sus manos, no le importaría tener su carro con defectos multiples o su cara llena de espinillas, desearía que su problema fuese no tener un trabajo fijo o no saber que ponerse un sabado por la noche, pero por desgracia su problema es mucho, mucho más que eso. Ella es feliz por el simple hecho de abrir los ojos cada mañana, porque Dios le dio la dicha de disfrutar de los suyos. Es feliz si le sale una espinilla, porque eso significa que esta viva para tenerlos.
Dejemos de quejarnos y vivamos la vida a plenitud, Segundo a Segundo.

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